Desesperada calmada en Cerdeña durante la Mil Millas

La falta de viento pone a prueba los’nervios’ de los navegantes



21 de julio de 2016

Lo peor que puede pasarle a un navegante a vela es la falta de viento.  Esa fatalidad es la que está  viviendo la flota de la regata Mil Millas. Desde que doblarán en su paso hacia el norte, el cabo Carbonara, en el sureste de Cerdeña, el viento brilla por su ausencia. Una calma desesperante, que hace muy duro el avance hacia el Norte. Esto provoca que la flota vaya despacio, y se encuentre prácticamente parada frente la costa tirrena desde hace dos días.

Aprovechando, ocasionalmente, las flojas brisas, que esporádicamente se generan, han podido avanzar muy lentos, hasta ir  remontando el golfo Orosei, entre cabo de Belavista y el de Comino.

La jornada de hoy también ha sido muy dura, con vientos casi nulos que han hecho difícil gestionar la navegación y ha puesto a prueba los nervios de los regatistas. Están a unas 60 millas de la entrada a Bonifacio, y se espera que para las próximas horas el viento se apiade de los navegantes y les impulse de nuevo.

Brujo se mantiene en cabeza de la flota. Tras él un grupo formado por Granell, Suhsi Bar y Talasur, todos en navegación A2. Todos ellos están agrupados,  a pocas millas de distancia entre ellos. Su marcaje es continuo. Todos  a la caza del Brujo que está unas 12 millas más al norte. El efecto acordeón, que produce toda encalmada, puede agrupar a este grupo con el líder. Detrás de ellos navegan los dos veleros con tripulación completa, el Somni, que ya ha remontado Belavista y el Seven’s Too que avanza de forma metódica, sin perder la estela de sus competidores.